El curioso caso de Berlusconi Button
El tres veces primer ministro italiano protagoniza una intensa campaña electoral para su partido, Forza Italia.
El tres veces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, a sus 81 años, aunque no puede ser candidato al estar inhabilitado, protagoniza una intensa campaña electoral para su partido, Forza Italia, ante los comicios del 4 de marzo que hacen recordar sus inicios e incluso "con más pelo que entonces".
Como el relato de Francis Scott Fitzgerald , que después fue llevado al cine, "El curioso caso de Benjamin Button", Berlusconi parece rejuvenecer con cada campaña electoral.
Anoche Berlusconi acudió al programa "Porta a Porta" de la televisión pública RAI presentado por un icono del periodismo italiano, Bruno Vespa, y obligada etapa para los políticos en unas elecciones.
El astuto Vespa, amigo del exmandatario, le había preparado el mismo escenario que en 2001, cuando Berlusconi sentado ante un imponente escritorio de madera firmó lo que llamó "el contrato con los italianos" en el que se comprometía a llevar a cabo una serie de promesas si llegaba al poder. Ganó las elecciones.
Diecisiete años más tarde, Berlusconi sentado ante el mismo escritorio volvió a firmar otro contrato en el que, entre otras promesas, aseguraba que "colocaría la tasa de paro por debajo de la media europea".
Y comentaba: "Tengo algo más que entonces. He visto las imágenes de hace 17 años y tengo menos pelo que ahora. Querido Vespa le daré el nombre de mi tricólogo".
A quien le daba por acabado, el magnate ha respondido con una intensa campaña política e innumerables apariciones televisivas y participaciones radiofónicas y su presencia, según los analistas, es la clave para el resurgir de Forza Italia, que en los últimos días ha recuperado otro 0,3 % en los sondeos y se sitúa en el 16,1% de la intención de voto.
A la campaña llega después de haberse sometido en los últimos años a intervenciones quirúrgicas (una del corazón) y hospitalizaciones o a tomarse "dos días de descanso" el pasado enero, como comentó él mismo para responder a los rumores sobre su estado de salud.
La campaña de Berlusconi, gran experto de la comunicación, o del populismo más exacerbado según sus detractores, es sin duda la que ocupa más portadas.
Ha propuesto medidas como la de otorgar "una pensión de 1.000 euros para todas las madres de Italia" sin precisar en qué consiste; expulsar a 600.000 inmigrantes indocumentados o medidas para fomentar la contratación de aquellos jóvenes "nini", que no estudian ni trabajan, "se despiertan al mediodía, pasan las horas en su habitación jugando con el ordenador, cenan y se van a la discoteca".
El único problema para Forza Italia es uno y enorme: Berlusconi no será su candidato a presidente del Gobierno.
En el símbolo del partido Forza Italia que los electores podrán marcar en las papeletas del 4 de marzo aparece: "Berlusconi presidente", pero esto no sucederá porque con su condena en 2013 por fraude se le inhabilitó durante seis años al ejercicio de cualquier cargo público.
Por ello Berlusconi aplaza en todo momento indicar quien será el candidato a presidente del Gobierno por Forza Italia, ante la posibilidad de que se desinfle el entusiasmo de sus potenciales electores.
"Quería esperar a que el candidato, que ocupa un altísimo cargo, me diera permiso para anunciar su nombre. Es el mejor posible. Creo que seré autorizado antes de las elecciones", afirmó en "Porta a Porta".
También tendrá que contar con el visto bueno de sus socios en la coalición de centroderecha, que por el momento no quieren comentar ningún nombre.
Últimamente la prensa ha indicado que el hombre de Berlusconi es su correligionario y actual presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
"¿Yo presidente? Se lo tenéis que preguntar a Berlusconi", esquivaba la respuesta Tajani durante una intervención radiofónica en el programa "Radio Anch'io" de la emisora pública RAI1.
"No participo en la campaña electoral y desde el lunes estaré de nuevo en Bruselas ejerciendo mi cargo", despejaba Tajani.
Mientras tanto, Berlusconi sigue apareciendo en el símbolo del partido y en las televisiones.
"El centroderecha ha llegado ya al 40 %", sentenciaba a primeras horas de la mañana de hoy en el programa de la RAI "Unomattina".
EFE